Hacker Colombiano arrestado



Andrés Fernando Sepúlveda de 31 años es protagonista en Colombia tras ser señalado de cometer 4 graves delitos (violación ilícita de comunicaciones, uso de software malicioso, interceptaciones ilegales y espionaje).

Además se encuentra en el ojo del huracán debido a que estas prácticas fueron presuntamente utilizadas para sabotear el proceso de paz que se desarrolla en La Habana.

Las indagaciones apuntan que el personaje en cuestión estuvo contratado por la campaña del candidato presidencial Óscar Iván Zuluaga. Quienes lo conocen afirmaron que en sus charlas con él siempre aseguraba que en su poder había mucha información sobre el proceso de paz que de ser revelada podría acabarlo.





¿QUIÉN ES ANDRÉS SEPÚLVEDA?

Abiertamente derechista y simpatizante de la campaña del expresidente Álvaro Uribe Vélez (en la que trabajó), Andrés Fernando Sepúlveda es conocido por ser una persona habilidosa en sistemas y seguridad informática.

Un sujeto explosivo que, según sus excompañeros, conoce muy bien el mundo de la política gracias a JJ Rendón. Conocido virtualmente como “El Calvo” lanza en internet comentarios con referencia a la violencia y no duda un segundo en criticar abiertamente el proceso de paz.

Seguro de su talento dice crear programas que superan las expectativas de sus clientes y ofrece sus servicios como Hacker ético.

¿HACKING ÉTICO?

Sepúlveda se autodenomina como hacker ético en redes y además ofrecía en línea sus servicios. Sin embargo, es importante detenerse en este punto para entender cómo funciona este sistema de categorizaciones en el mundo de la seguridad informática.

Hay diferentes tipos de hackers que se dividen por sus métodos e intencionalidades. Dentro de ese grupo hay hackers de sombrero blanco (o hackers éticos) y hackers de sombrero negro.

La práctica del hacking ético es algo completamente común para la seguridad de las empresas. No es más que la contratación de una persona con habilidades informáticas para prevenir futuros ataques y encontrar ‘huecos’ de seguridad en cualquier tipo de sistema.

El objetivo de contratar a estas personas es reforzar la seguridad de una organización, compañía o campaña. De hecho, muchas empresas como Facebook organizan eventos conocidos como “Hackaton” en los que abiertamente invitan los usuarios a vulnerar la seguridad y quien logre reportar vulnerabilidades o logre acceder a permisos privilegiados del sistema, obtiene una recompensa.

Los hackers éticos están autorizados para vulnerar un sistema del que deben generar un reporte para la misma empresa o compañía.

Hace algunos meses, Andrés Sepúlveda ingresó a la campaña de Zuluaga donde expresó sentirse a gusto porque, según fuentes, esta defendía los ideales del expresidente Álvaro Uribe Vélez.

De comprobarse las acusaciones que pesan sobre Andrés Sepúlveda, éste no tendría nada de ético y mucho menos ni una pizca de hacker.

Andrés habría vulnerado sistemas e interceptado información a la que no estaría autorizado a acceder convirtiendole en más un hacker de sombrero negro o en una definición más acertada, una persona que sacó provecho de sus habilidades informáticas para lograr objetivos estratégicos en la política y en el camino ganar dinero.

LA SATANIZACIÓN DE LA PALABRA HACKER

Hacker es una palabra que desde el principio de los tiempos ha generado ambigüedades y discusiones en términos lingüísticos. Cualquier persona con un mínimo de habilidad informática es llamado hacker, siendo esta una palabra que abarca mucho.

La palabra ha sido generalizada para darle un adjetivo a personajes como Andrés Sepúlveda. Es difícil colocarle el rótulo de hacker a esta persona por diferentes motivos.

En primera instancia, un hacker desarrolla sus habilidades con el fin de ganar experiencia y como un mecanismo lúdico didáctico para ganar conocimiento. Un conocimiento que además tiene el deber de compartir y publicar.

La premisa es sencilla y se trata de no ser egoísta con el conocimiento. Si bien la práctica del hacking se presta para cometer actos ilícitos y además dañar otros sistemas, estos no deben cometer ningún daño.

En resumidas cuentas, el único objetivo de un hacker es aprender cómo vulnerar cierto sistema, ingresar e irse con el conocimiento sin dejar rastro. Las pantallas con calaveras rojas y logos con nombres sacados de novelas de ciencia ficción, son creaciones de personas orgullosas y egocéntricas que quieren que el mundo vea su “obra de arte”. Por este tipo de hackers es que se ha satanizado la palabra end discusión.

Según la Fundación del Español Urgente hacker es definido como un investigador que quiere aprender el funcionamiento de los sistemas sin que haya en ello ninguna finalidad delictiva.

Finalmente, es importante anotar que un hacker no tiene por qué estar relacionado con la informática o computadores, ya que un hacker puedes ser la persona que da una respuesta brillante a una pregunta inteligente.

El hacking existe en cualquier ámbito de la vida y en este sentido, el médico Christian Barnard hackeó la cirugía del corazón cuando realizó el primer trasplante.

¿CÓMO LE LLAMAMOS A SEPÚLVEDA?

Si se llegan a comprobar las acusaciones a Andrés Sepúlveda, éste debería ser llamado Cracker que según la Fundéu se define como aquella persona que utiliza la tecnología con fines maliciosos.

El abogado especialista en nuevas tecnologías Javier de la Cueva, ha resaltado que el hacker es creativo y constructivo y disfruta averiguando cómo funcionan las cosas, mientras que el cracker destruye y hace daño.

El hacker Andrés Sepúlveda, detenido hace unos días por la presunta intervención de los correos del presidente Juan Manuel Santos y miembros de las FARC, compró y vendió información secreta a miembros de las Fuerzas Armadas colombianas y a particulares, con el fin de entorpecer el proceso de paz entre el Gobierno y los subversivos. Así lo reveló el fiscal general de Colombia, Eduardo Montealegre.
Esta información era asociada a datos propios recabados por Sepúlveda para sacar “un nuevo producto, que es el que vende... a [otros] miembros de la fuerza pública y a particulares”, que no fueron identificados, aseguró el fiscal en una entrevista cedida al diario “El Tiempo”.

Lo que ha dicho la Fiscalía es que los allanamientos a la casa del hacker Andrés Fernando Sepúlveda y su esposa, la actriz Lina Luna Rodríguez, fueron desarrollados de manera simultánea y en los dos la Fiscalía encontró la información que permitió inferir que desde la oficina de la 93 con 17 efectivamente se interceptaron los correos de funcionarios del Gobierno, periodistas y hasta del presidente Juan Manuel Santos.

Según el ente acusador, en la casa de la actriz lo encontrado por los fiscales e investigadores del CTI fueron notas y bases de datos que incluían información sobre desmovilizados, a demás de equipos de computo y memorias usb que ya son analizados por los ingenieros de la Fiscalía. 

Los investigadores y expertos en informática del CTI, por orden de un fiscal llegaron a estas dos residencias ubicadas en el norte de Bogotá y allí encontraron el material de inteligencia ilegal que ese mismo día anunció el fiscal general.

De acuerdo con los investigadores entre las dos residencias existía un flujo constante de información, no se sabe si la intención era evadir la acción de las autoridades o porque los dos tenían la capacidad de analizarla y remitirla a quién en teoría las requería como dijo el fiscal a cambio de elevadas sumas de dinero.

Fuente:
http://www.eluniversal.com.co/tecnologia/sobre-andres-sepulveda-y-la-practica-del-hacking-159306